Lucas, un hombre que se deprime

El porqué aun te escribo, te preguntarás, lo hacía yo también, creo entenderlo ahora. Es porque la sensación de fuerza que sientro dentro del pecho, a la vez fresca y a la vez punzante, la sensación de estar lleno por dentro y sensible, susceptible a las lágrimas y a los pensamientos buenos y profundos, el sentimiento de fuerza más grande que cualquier otra energía interiorizada me haya hecho sentir... estoy enamorado de ud, pero en el fondo, en el fondo de todo, estoy enamorado de este sentimiento, emanorado de la acción de amar.

Me han pasado cosas trascendentales los últimos días, y de esas cosas he entendido que el amor a una persona no se mantiene en la misma magnitud, pero el amor al amor (si, el amor al amor) siempre es el más intenso, solo que el frasco en que lo depositamos es otro, otra alma, otro ser. Fuiste mi ultimo frasco y no he encontrado más, al menos lo he intentado, pero he fallado, no es mi momento.

Solo quería que lo supieras, que más que psicótico, suene como suene, sigo proyectando mis cosas y necesidades sublimes en usted, y para el bien de los dos espero pronto hallar otra alma, pues se que de alguna manera es molesta esta situación... lamento no saber robarte esa esencia mía que descansa en tu nombre, _________.

te amo... aún.