El yo del futuro

20:50 / Publicado por Lucas / comentarios (0)

Ahora que he tomado la decisión de abrir los ojos, y de no echar más para atrás, siento las últimas punzadas de tu olor, como me tienta el decirte algo, el enviarte la letra de "Cry no more", de decir hola, cuanto sueño que me pides una disculpa y te humanizas un poco conmigo, pero al final llego siempre a la misma conclusión, no importa qué te escriba, q te canté o que me entregue totalmente, ya no formo parte de tu vida y lo mas que podrías hacer es darle una volteada rápida a cuanto yo haga, pues de he cansarte, en fin, ahora solo me quedan "Pictures of you", que irónicamente trataré de borrar, porque me toca vivir, esta vida a la que he renunciado tanto tiempo, y en este escape de nostalgia, pude sentir aun, cuanto te quiero y la vez, cuanto no merezco esto.

Por mi mismo, el del futuro.

Facundo

17:54 / Publicado por Lucas / comentarios (0)

Y quién soy, sino el que predica en contra del miedo, pero siempre tiene miedo, quién soy yo, que amé la libertad y la vida y ahora trato de negarla, de huirle para no reconstruirla. El mismo que sabe que las grandes edificaciones se construyen de a pocos cada día. Y es que ahora, prefiero despertar tarde, pq el día pasa más rapido y no tengo que estar conmigo, un yo díficil de entender, aferrado a una persona cuando existen millones, cuando el amor es gratis, y como dice Facundo, "el amor nunca muere, solo cambia de lugar", pero yo sigo enterrado, sin despertar, llorando a los muertos, soberbio en no creer que me pueden pasar cosas mejores, y entiendo tambien, que fui destruido en mi punto secreto, por mi lado mas débil, por donde más duele, como si todo se hubiese planeado con aterioridad, pero mejor olvido esa paranoia y dandome por destruido, será mejor que vuelva a nacer, y aunque hay tantas cosas que no sé como resolver, tengo cada mañana que es un nuevo regalo.

Y enamorado en esta forma, fatalista y destructiva, en el que he deseado la muerte algunas veces, y pensado que un momento de heroísmo, seria una buena forma de escapar de mi. El que envidio a los que tienen a alguien que los espera, mientras yo solo me tengo a mi, y es que estoy cerrado, cerrado para dar de nuevo, vacio para dar.

Octubre... cuando más llueve

14:52 / Publicado por Lucas / comentarios (0)

Y al acercarse estas fechas, se me estremece el universo interno, hay derrumbes en las pocas cumbres que logré reconstruir, y sopla el viento sobre los desiertos que se han formado por tu abandono, tu olvido me agrieta el alma y finalmente, tu indiferencia, la estocada que me termina de matar, mientras tu silencio me vela, cuando no quiero resucitar.

Solo con este sentimiento autodestructivo, y los recuerdos que merodean mi mente, hasta hacerme sentir la crisis, hasta hacerme tocar el fondo, mientras mi cara en el trabajo debe simular que por dentro, no estoy destruido.

Y si te digo esto y si no te lo digo?, te dará igual, pensarás tal vez unos minutos y volverás a tu vida, pero yo, adonde volveré si tú te robaste la mía.

La Diamela

18:03 / Publicado por Lucas / comentarios (1)

Existió una vez un hombre que vivía en la pradera, solo, con pobreza pero con tranquilidad, tenía el alimento suficiente y la paz que solo da la brisa que refresca el rostro de un hombre sin ataduras. A Lucas la soledad no le dolía, porque en realidad no estaba solo, en su jardín, en el centro de todas las flores, estaba la más amada, la más hermosa y resplandeciente de ellas: La Diamela, la alegría de su corazón. Y vio Lucas que su flor le amaba también y sintió confianza y llenura. Y Lucas pensaba, mi flor es tan bella y yo tan afortunado, pero si la fortuna me sonríe y tengo una flor tan bella y la pradera es tan basta, han de haber otras bellezas, y en su ambición soñaba por las noches que crecían otras flores más bellas, que le amaban a él, y se sintió rico y dichoso, y besando a la Diamela, partió en busca de ellas, cruzó montañas y ríos, recorrió bosques enteros, sufrió frío y hambre, recordando siempre a su Diamela, obstinado con su fortuna, fortuna que cambió tanto, que Lucas, lejos... lloró, lloró amargamente, porque entendió que como su Diamela no hay ninguna, entonces se horrorizó, y casi enfermizamente corría por volver a su pradera, para no dejar morir a su Diamela, la angustia se apoderó de él, y él que ya no quería contemplar lagunas ni atardeceres ni probar manjares o conocer muchas lenguas, que solo pensaba en su tesoro, sentía por adelantado una terrible premonición; y cuando finalmente Lucas volvió a su pradera, se partió en pedazos su corazón, había muerto su Diamela y el amor que ella le procuraba, entonces bajó Lucas al infierno y duerme Lucas en él, y cada mañana piensa: "hoy vería a mi Diamela", y cada noche cuando se acuesta: "ahora contemplaría dormir a mi belleza". Y buscó Lucas miles de formas de renacer esa flor, la flor del amor, y subió al cielo y bajó de nuevo al infierno, pero nada encontró que la reviviera, entonces pensó Lucas en envenenarse pues para que vivir si no tenía a su Diamela, pero entonces recordó su ambición y su pecado, y que era justo el precio que pagaba. Volvió Lucas a la pradera y sigue Lucas en ella, espera de nuevo otra Diamela, su Diamela... cuando entonces.... (CONTINUARA)